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martes, 30 de septiembre de 2014

sábado, 27 de septiembre de 2014

Mclaren Major Elite una buena compra

Hace meses que mi pequeño Valiente, ha dejado de ser un bebe ya mide más de un metro y aunque es muy delgadito, su sillita de paseo antigua le quedaba muy pequeña.
Cuando decidimos que ya era el momento de empezar a buscar una nueva silla de paseo, nos encontramos con el mismo problema de siempre. Las tiendas no tienen nunca una muestra de la silla que deseas comprar, hay que comprarlo todo por catalogo. Pero después 3 años comprando material ortopédico por catalogo, ya estamos escaldados. Este material suele ser muy caro y no siempre es el adecuado para nuestro peque. Por ello consultamos por internet muchos modelos de sillas, hasta que encontramos una que se adaptaba a sus características .
Valiente ha conseguido buen control cefálico y de tronco, y aunque ya ha empezado a andar tiene problemas con el equilibrio y se agota muy fácilmente. Las características que buscábamos en una silla eran  que se adaptara a su aumento de peso y altura hasta  pueda andar solo, que fuera ligera, pues yo tengo que subir siete escalones en el portal hasta llegar al ascensor y si no era imposible subir a casa, que se doblase bien para poder meterla en el coche y  que no tuviera un precio desorbitado.
Finalmente nos decidimos por la McLaren Mayor Elite. Hace una semana que nos llegó y estoy muy contenta con la compra, ya que se adapta perfectamente a nuestras necesidades.


domingo, 21 de septiembre de 2014

Mi bebe es alérgico a la proteína de la leche de vaca




Cuando el médico dice estas palabras:-Tu bebe es alérgico a la proteína de la leche.
La noticia cae como una bomba que transforma tu forma de entender la alimentación.
Desde siempre he sido una persona que disfruta comiendo, no soy nada delicada para la comida y siempre he comido de todo sin preocuparme por leer las etiquetas de los alimentos.
Pero hace casi cuatro años todo eso cambio, mi pequeño Valiente era alérgico a la proteína de la leche vaca, y me tenía que poner las pilas rápidamente.
En el hospital nos explicaron básicamente que Valiente no podía tomar leche de ningún mamífero (vaca, oveja, cabra......) no podría tomar ningún alimento que estuviese hecho con ella, (queso, mantequilla....), ni ningún alimento que la contenga entre sus ingredientes (jamón york, pates...).
 Vamos un lío. Mientras era un bebe fue fácil sustituir la leche procedente de animales por leches vegetales, sin embargo a medida que pasa el tiempo hay que superar el día a día de batidos , helados, bollos, tartas... que todos los peques comen a nuestro alrededor y él aun no puede tomar.



Por ello, decidí hace unos meses aprender algunas recetas de dulces que no llevasen leche y las colgué en este blog.
A largo de estos años he descubierto en la red varios blogs  de mamas que cuentan sus experiencias y nos pueden ayudar en el tema de marcas y productos. Os dejo los enlaces.
Pero antes de leerlos es súper importante recordar que estos blogs pueden no tener actualizada la información o que esta sea  erronea.
Por eso yo suelo utilizarlos como guía para buscar productos y marcas que no contienen leche, pero antes de dárselos  a Valiente reconfirmo esta información  contactando con las marcas o leyendo con mucho cuidado las etiquetas de los ingredientes.




lunes, 1 de septiembre de 2014

¿ AULAS ESPECIALES,INTEGRACIóN , INCLUSIÓN O SIMPLEMENTE SENTIDO COMÚN? OPINIÓN DE UNA MAMA


¿Aulas especiales, integración, inclusión o sentido común? Esta es la gran pregunta. Para mi como madre de un precioso niño de tres años que tiene unas ganas bárbaras de aprender y disfrutar de la vida, la respuesta es muy sencilla. Todo niño tiene derecho a ser feliz, tener muchos amigos y recibir la mejor educación.

Siendo apenas un bebe, la neuróloga nos dijo; -Es muy importante que Valiente vaya al fisioterapeuta, al logopeda , pero no os olvidéis de lo más importante. Debe estar en contacto con niños de su edad, los peques aprenden imitando y copiándose los unos a  los otros, por muchas horas de terapias que reciba, ninguna será tan beneficiosa para él como una buena hora de juegos y actividades con niños de su edad.

Basándome en estas palabras, inicie mi búsqueda de la guardería y colegio perfecto para Valiente.
 Mi peque iba a ir a la guardería. Yo estaba feliz de dar un paso tan importante. Pero también estaba nerviosa de pensar como se adaptaría a este cambio y si el personal de la guardería estaría preparado para cuidar de Valiente.

Como madre me interesaba la opinión de otras madres que hubieran pasado por una situación similar. Algunas estaban felices con la educación que estaban recibiendo sus hijos, pero otras estaban frustradas.Sentían  que ellas no habían tomado la decisión final sobre el tipo de educación que sus hijos estaban recibiendo, simplemente habían aceptado como bueno lo que unos profesionales dictaminaron que eran mejor para sus peques. Y una vez pasado el tiempo se habían dado cuenta que sus peques no eran felices y no estaban desarrollando todo su potencial .Me contaron que muchas de ellas habían solicitado el cambio de un modelo a otro, pero todas se quejaban que los cambios eran difíciles y muy lentos.
Sus palabras me marcaron y más aun cuando conseguí ponerme en contacto con par de profesoras de apoyo que estaban trabajando en colegios de la zona y me dijeron con gran pesar ,que si bien es cierto que la mayoría de los niños con necesidades especiales deberían estar en el sistema de inclusión, en la realidad a la mayoría los redireccionaban a las aulas especiales con unas cuantas horas semanales de integración, simplemente por falta de dinero. Los centros no tenían suficientes profesores de apoyo para cada niño.

Cuando les escuche decir esto, me sentí fatal y lo peor estaba por llegar. Cuando acudí a la reunión para solicitar una plaza en una guardería publica y explicar que Valiente era un niño con necesidades especiales.  Me recomendaron que hiciera un esfuerzo y que no le llevase  a la guardería , que lo cuidase yo en casa y si acaso lo llevase de vez en cuando a alguna ludoteca.
Cuando les explique que la neuróloga nos había recomendado que Valiente debía estar con niños de su edad para poder mejorar, me comentaron que esto es lo que había, que estábamos en crisis y no había dinero. Lo máximo que me podían ofrecer era una plaza en un aula especial. Yo les volví a repetir que esto no era lo que ni marido ni yo como padres deseábamos y que además no era lo que la neuróloga nos había recomendado.
Insistimos tanto que después de ponernos mil pegas nos dijeron que quizás nos podían ofrecer una profesora de apoyo  una hora y media algún día a la semana. Ósea que Valiente no iría a la guardería todos los días sino alguna hora los días que ellos decidieran.

Pasé unos días horribles dándole vueltas sin parar , lo que en principio parecía una aventura ilusionante, de repente se había convertido en una pesadilla.¿Que decisión debíamos tomar?
Recordé lo que las mamas me habían comentado  y decidí que mi marido y yo éramos lo únicos que podíamos decidir el tipo de educación  que debía recibir nuestro hijo.
 Me senté en el sillón de mi salón y por un momento olvidé  todo lo que había pasado en los últimos dos años y recordé el día que estando embarazada de apenas tres meses lleve a mi marido a la puerta de la guardería de un colegio privado y le dije cuando nazca Valiente me gustaría que viniese aquí.

De repente se me iluminó la bombilla y¿ por qué no?.Sin pensarlo mucho más concerté una entrevista con el colegio y les comenté los  problemas  médicos y el retraso motor y de lenguaje de mi peque.Pero también les conté que Valiente era un niño muy avispado con muchas ganas de aprender,con una memoria visual extraordinaria, de muy buen carácter y muy simpático. Me escucharon atentamente  y después de valorarlo me dijeron que por ellos no había ningún problema, estarian encantados de que Valiente acudiera a sus aulas. Me informaron  que mi peque iría acompañado por un profesor de apoyo, al menos al principio hasta que su movilidad mejorara y que al ser privado yo debía cargar con el gasto del mismo.

Tuvimos que pensarlo con mucho cuidado, porque el precio era alto, pero después de meditarlo mucho, nos decidimos por esta opción.

Los gastos son muy altos y tenemos que hacer un gran esfuerzo económico para que Valiente pueda recibir la educación que nosotros deseamos.

Por ahora merece la pena, Valiente es un compañero más en su clase, todos sus pequeños compañeros le adoran y le cuidan con mucho cariño. Hace las actividades con sus amiguitos, pinta, juega con los instrumentos......

Al final de curso participo en el festival, con la ayuda de sus profesora de apoyo bailó junto a sus compañeros la música del rey león. Sonrió sin parar durante todo el baile. Y fui feliz viéndole disfrutar.

Por ello mi respuesta a la pregunta: ¿Aulas especiales, integración, inclusión o sentido común?

Siempre será la misma, la respuesta a esta pregunta solo puede ser aquello que haga feliz a nuestros hijos y eso solo se puede conseguir utilizando el sentido común, sin enconsertarlos, dejándolos desarrollar todo su potencial y no limitándolos nunca.